¿No es cierto que a veces compramos cojines que nos gustan pero, después, al colocarlos en nuestro sofá o cama, el efecto no es el esperado?
Y es porque nos centramos en los cojines pero no tenemos en cuenta lo que les rodea. El color de las paredes, las cortinas, el color del sofá o la ropa de cama, la alfombra…. Todos estos elementos crean un ambiente y con los cojines podemos jugar a conseguir contrastes de colores o neutralizar.
También existen ciertas reglas que te ayudarán a la hora de colocarlos:
En una cama, si queremos dar sensación de orden y simetría puedes elegir por crear hileras de cojines idénticas, quedando los cojines más grande detrás y los más pequeños delante.
Los almohadones que utilizas para dormir puedes colocarlos en forma vertical y así servirán de apoyo a los demás cojines.
Es bueno crear siempre una composición en cuanto a tamaños, estilos y colores.
No se recomienda acercarlos demasiado a los bordes de la cama.
La cantidad de cojines y tamaños dependerá de las medidas de la cama y del gusto de personal.
Para el sofá se recomienda colocar uno más que el número de cuerpos o plazas, que tenga este. Es decir, si tu sofá es de 3 plazas, deberías colocar 4 cojines.
Si tu sofá está tapizado con un color liso, tu combinación de cojines lucirá mejor ya que puedes jugar con más colores.
Si quieres crear contrastes utiliza colores complementarios. Como por ejemplo: verdes con naranjas. azules con amarillos, etc. Puedes colocar un estampado que combine con ellos, pero no abuses de estos tipos de cojines porque restará equilibrio y armonía.
Crea grupos, por ejemplo: un grupo de tres y otro de dos. La mirada se siente atraída por las cosas agrupadas.
Utiliza un color base que pueda combinar con todo.
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