“Mantén tu enfoque sobre lo positivo de los demás. Resalta siempre lo bueno en cada persona. Anima siempre a tu prójimo. Trata a los demás de la misma forma en que quisieras ser tratado. Habla palabras que ayuden y sanen. Evita palabras que destruyan y causen dolor. ¡Tus palabras si importan! Ellas pueden traer vida o muerte. Utiliza tus palabras sabiamente, edifica a los demás”.

Anónimo.

~Gigi~