El creciente interés por otras culturas experimentado a lo largo del último siglo propició que objetos adquiridos en viajes a otros continentes se fueran incorporando en los hogares. Poco a poco, el gusto por lo indígena fue añadiéndose a la decoración hasta crear un estilo propio, donde prima la interculturalidad y el mestizaje.




Los muebles y objetos decorativos toman protagonismo en un ambiente de estilo étnico. A imitación de las viviendas de las tribus y pueblos indígenas, el espacio es el protagonista y la distribución de los elementos de la estancia debe invitar a hacer un recorrido visual, deteniéndose en cada uno de ellos. Sin embargo, no conviene reunir demasiados objetos de este tipo en una misma estancia, ya que se trata de elementos con mucho peso decorativo. Un armario lacado chino o una mesa de centro india pueden ser suficientes para da un aire étnico a un salón sin recargar demasiado el ambiente.






En general, para crear la atmósfera acogedora y cálida que caracteriza los ambientes étnicos, hay que prescindir de elementos superficiales y materiales no naturales. Los muebles y accesorios pueden ser de distintas procedencias, aunque predominan los africanos y de culturas orientales; y es posible combinarlos sin problemas en un mismo espacio.



En un ambiente étnico predominan los colores inspirados en la naturaleza. En las paredes se suelen utilizar tonalidades cálidas como rojizos, ocres, terrosos y naranjas. Para resaltar más las piezas decorativas, se puede optar por los tonos piedra y neutros. Tampoco hay que descartar la madera en las paredes.

 Los suelos, preferiblemente de madera o de cerámica rústica. En las telas (tapicerías, cortinas, alfombras) predominan los tonos crudos, entramados geométricos o pieles.

El mobiliario y objetos étnicos son en principio artesanales, por lo que los materiales utilizados suelen ser naturales: las telas tintadas a mano, las fibras vegetales, lino, lana o algodón, par los elementos textiles; madera, mimbre o con frentes de fibras vegetales, para los muebles.



Los muebles considerados de estilo étnico empezaron a introducirse en nuestros hogares como piezas sueltas, como muebles auxiliares, y poco a poco, han ido adquiriendo protagonismo. Por la sencillez de sus líneas, los muebles africanos y criollos se adaptan a cualquier estilo decorativo. En ellos suele predominar la madera en tonos oscuros (wengué, negro o chocolate) y el mimbre en los auxiliares.
Los muebles asiáticos son de madera de cedro, olmo o palo de rosa y pueden llevar incrustaciones de hueso, nácar o marfil.



Las mesas orientales talladas combinan bien con muebles clásicos y las sillas chinas o indias pueden integrarse perfectamente con un comedor de línea contemporánea. Por otra parte, los armarios orientales lacados en rojo y negro, por ejemplo, deben colocarse en estancias amplias, luminosas y poco recargadas, ya que por sí mismos tienen mucho peso decorativo.



La artesanía en sus más diversas formas es la clave del estilo étnico. La riqueza del arte africano de vivos colores y formas sugerentes transmite la fuerza y la magia del continente negro, pero también las tallas indias o los tejidos de los indígenas americanos aportan, más allá, del sentido puramente estético, un valor filosófico, religioso y cultural.




IDEAS PARA DAR UN TOQUE EXÓTICO

Un rincón vacío o una sencilla mesa puede cobrar vida con un objeto artesanal de origen africano. Del mismo modo, los baúles y arcones orientales en madera tallada, por ejemplo, son piezas fáciles de integrar en cualquier ambiente y además proporcionan espacio de almacenaje. 

Otro recurso muy utilizado para dar un aire étnico sin recargar el ambiente son las mesillas auxiliares de origen oriental.

También se puede recurrir a los elementos textiles para dar un contrapunto de color en una decoración sobria. Las alfombras persas o indias, los cojines y tapicerías de colores africanos, dan un toque de originalidad.

Incorporar algún elemento de inspiración oriental , por ejemplo una vajilla o juego de té, da un aire cosmopolita y sofisticado a un ambiente moderno.



Un ambiente étnico pretende recrear, a través de los sentidos, la atmósfera sugerente y espiritual de los exóticos lugares que evoca. Así, además del efecto visual de los objetos no hay que descartar las sensaciones que los olores o los sonidos pueden provocar. Por esta razón los inciensos, las velas perfumadas o los sahumerios son buenos complementos para la decoración étnica. Del mismo modo, los instrumentos de percusión ya sean africanos, indios o indo-americanos, además de ser decorativos, evocan los sonidos de tierras lejanas.



























GIGI “Arte y decoración,
Filosofía Feng Shui”