¿Quién no desea un espacio propio donde evadirse del mundo por un momento?

 Hay épocas del año en las que apetece más quedarse en casa, en ese espacio creado para relajarse y dedicarnos sólo a nosotros. Son esos lugares donde te sientes protegido del frío, del ruido, del estrés diario….y lo único que quieres es liarte en una manta y hacer lo que más te gusta: leer, escribir, meditar o echarte una siesta.




Todos tenemos un pequeño rinconcito en casa que podríamos transformarlo en un espacio acogedor utilizando un poco la creatividad. No necesitas mucho espacio con dos metros cuadrados tienes suficiente, aunque si hay más mejor.




Puedes utilizar un rincón del dormitorio, del salón, en la cocina, debajo de una escalera, en una terraza…

Normalmente se aconseja que esos espacios estén en un lugar tranquilo donde no sea una zona de paso dentro de la casa o que no esté cerca a una calle muy ruidosa. Pero hoy en día quizás eso sea pedir mucho. Las casas suelen ser pequeñas y hay que adaptar los espacios a lo que ya hay. Pero aún así, podemos tenerlo.



Si te lo permite el espacio puedes utilizar biombosestanterías como tabique separador y de esa forma tendrás más privacidad e intimidad.





Necesitamos un asiento que puede ser una silla con brazos, un chaise longue, un banco… Debemos de sentirnos muy cómodos con lo que vayamos a poner, ya que no solo nos sentaremos sino que nos recostaremos, subiremos las piernas y hasta nos tumbaremos.  

Tenemos que tener en cuenta el estilo decorativo del resto del espacio para que, tanto la forma del sillón como de la tapicería, se integre en el resto de la decoración.


Hay otros elementos claves para este rincón que harán que le den un toque acogedor y funcional. Por eso coloca una mesa auxiliar o algo donde puedas apoyar un libro, una taza, las gafas….










Otro detalle es la alfombra para que visualmente delimite el espacio. Un cojín y una mantita.

Ésto de dará un agradable sensación de bienestar físico y emocional.








Es muy importante la iluminación. Si podemos ponerlo junto a una ventana mucho mejor, ya que le daría mucha vida al espacio. 

La luz artificial no puede faltar. Según el estilo decorativo que utilicemos, usaremos unas u otras lámparas, que pueden ser de pie, de sobremesa, de techo. 
Se necesita una luz puntual para actividades concretas como puede ser la lectura o la escritura. Donde se aconsejan lámparas con brazos articulados o cabezal giratorio. Colócalas a un lado para evitar que te deslumbre.

Y una luz ambiente para crear un entorno acogedor. Estas pueden ser 
apliques en la pared o de sobremesa.








Ahora que ya sabes como hacerlo, ponte manos a la obra y créate tu propio rincón.








GIGI “Arte y decoración,
Filosofía Feng Shui”